La última ha sido una semana muy difícil, no por ti Clara, sino por este país que entierra vidas con total impunidad, que condena por millones a la exclusión, al hambre, a la violencia, al dolor. Infinito dolor.
Guatemala no es país para niñas Clara.
El día de tu primera cita con las comadronas irá vinculado a un nuevo drama de este país. La muerte de 40 niñas y adolescentes tras un incendio ocurrido en el Hogar “Seguro” Virgen de la Asunción el miércoles 8 de marzo ha conmocionado a Guatemala y al mundo. Nos ha conmocionado e indignado. Quizá lo hayas podido notar en la leche agria de estos días, o en la tensión de los abrazos de tu padre que tuvo que cubrir la tragedia.
En San José Pinula, un municipio a las afueras de Ciudad de Guatemala, construyeron en 2010 el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Desconozco en qué momento dejó de ser seguro y si alguna vez fue un hogar para los miles de menores que allí han vivido. Era un centro de acogida que albergaba tanto a niños abandonados o huérfanos, como a víctimas de violencia intrafamiliar , incluida la violencia sexual, y a menores en conflicto con la ley.
El Centro había sido denunciado en diferentes ocasiones por malos tratos, por abuso sexual e incluso por trata. ¿Te lo puedes imaginar? Niños y niñas desvestidos de sueños y lanzados a las garras de un Estado inoperante, violador, maltratador. ¿A qué se aferrarían esos niños, niñas y adolescentes para vivir?
Algunos pensaron en escaparse, ¿por qué no iba a funcionar? No iban a ser los primeros, pero ahora sí sabemos que serán los últimos. La noche del 7 de marzo calculan que medio centenar huyó, pero la oscuridad no fue lo suficientemente cómplice para esconderles. La mayoría fue detenida esa misma noche y encerrada bajo llave: mujeres y hombres separados.
Cómo se inició el fuego sigue manejándose como hipótesis. La del Ministerio Público apunta a que las adolescentes prendieron fuego a colchones. A partir de ahí, de nuevo la oscuridad. A partir de ahí, de nuevo la indignación. A partir de ahí, Guatemala en su máxima expresión.
A lunes 13 de marzo, 40 niñas han fallecido, tres exfuncionarios de la Secretaría de Bienestar Social han sido detenidos y la sociedad guatemalteca vuelve a despertar de la indiferencia. Eso sí, sólo una minoría, aquella que no culpabiliza a las familias ni a las jóvenes de ser responsables de la catástrofe, como sí lo hizo el presidente Jimmy Morales. #FueElEstado
